En nuestro distrito Sucre, la política ha adquirido un nivel cualitativamente superior con relación a anteriores procesos electorales, por la presencia del Econ. Wilson Zavaleta y del Ing. Secundino Silva, como candidatos a la Alcaldía. No quisiéramos caer en el negativismo, puesto que queremos lo mejor para nuestra tierra, sin embargo advertimos a los electores, que algo de lo que sugiere el título y cuerpo de nuestro artículo, habría en varios de los candidatos:
Wilson Zavaleta, candidato de la lampa y de “Acción Popular”, luego de quedar tercero en las anteriores elecciones municipales, dijo que jamás volvería a postular, sin embargo por razones que solo él y sus simpatizantes que lo convencieron lo saben, lo tenemos de nuevo en el partidor. En política, es mejor no hacer promesas de ése tipo ni de otro, para luego incumplirlas.
Wilson Zavaleta Perez
Secundino Silva Urquía, Candidato del sombrero y del Frente Regional de Cajamarca, guardando sus diferencias, se sabe que también habría manifestado su decisión de no volver a postular, si en las próximas elecciones del 03 de octubre los resultados le fueran adversos. Habrá que esperar hasta el 03 de octubre, y quizás cuatro años más, para comprobar el cumplimiento o no de su palabra empeñada.
Secundino Silva Urquía
Solo pediríamos al ganador, que esperamos esté entre los dos anteriores señores Candidatos, que trabaje para que Sucre se reencuentre con la ruta de su desarrollo. Y a los que no resultaran beneficiados con la mayoría de la votación del electorado sucrense, y tengan cierta autoridad moral, que no dejen de ejercer su labor de oposición constructiva, durante los próximos cuatro años de la nueva gestión edil.
Rómulo Machuca Aguilar, Alcalde sucrense reeleccionista en ésta contienda, políticamente tránsfuga, porque ahora postula en el Movimiento de los Acuña Peralta. Ha implementado una costosa campaña con vistosas pintas y reportajes de portada y página entera, pagados en un remedo de quincenario llamado “El Centinela”, en el que se dice que “Sucre ha crecido y ha progresado de manera sorprendente y apoteósica, durante su gestión y que, por razones como esta, los sucreños lo reelegirán como su Alcalde”. ¿Habrá algún calificativo favorable a la moral, para la actitud de éste señor?
Promesas incumplidas de Rómulo Machuca
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(Volante repartido en las elecciones anteriores)
Gilmer Silva Pérez, “Gimicho”, fue el Candidato anterior del Frente Regional, para el distrito de Sucre, que provincialmente lideró y lidera el Abogado Coco Urquía. Ésta vez, fue desplazado por la incursión de Secundino Silva, y se fue a la competencia, apareciendo como el candidato del Movimiento de Afirmación Social- MAS, que en Celendín encabeza Mauro Siles. El transfuguismo es un acto reprobable en política y “Gimicho” también ya lo practicó. ¿No hubiera sido mejor que se integre a la lista de regidores del Frente de su militancia primigenia, o bien que apoye incondicionalmente a la causa del sombrero? Para nuestra modesta opinión, si ésta última hubiera sido su decisión, ganaba más como figura política. Pero, para algunas personas, hay apetitos muy difíciles de superar y sortear.
La propaganda de Rómulo Machuca no respetó esta casa,
considerada por los sucrenses como la casa de la cultura
(Foto Archivo de las elecciones 2006)
Porfirio Bazán Ludeña, según su propaganda se autoproclama “Nuevo Líder de Sucre”, va por la chacana del Partido Perú Posible. ¿Sabrá éste señor que para ser Líder de un pueblo como Sucre, debe siquiera tener algún mérito o logro que exhibir? Su Hoja de Vida, deja mucho que desear. No es sucreño, ni personaje conocido por buenas acciones a favor del pueblo. Es un profesor sin plaza que en lugar de enseñar da mal ejemplo: como Teniente Gobernador de Muñuño invadió, a la altura de éste caserío, la berma lateral de la carretera hacia Bellavista de Cajén y La Florida. Es decir es uno más de los que busca cuatro años de empleo y/o de alivio económico, por si acaso “de chiripa” llegara al municipio de Sucre.
Porfirio Bazán Ludeña
Lucho Alvarado Malaver, candidato del Mov. “El Agro a La Región”. Este señor es de los que creen que el único requisito exigible para considerarse exitoso, es tener dinero. Ostentoso en su propaganda, para satisfacer su pretensión y egolatría. Quería sentir el prurito de ser “Candidato a la Alcaldía de Sucre”. Sin estudios, como otros, no conoce la problemática del distrito. Sin las mínimas condiciones oratorias de un político principiante, no sabe expresarse; así lo demostró con su presentación en la televisión sucrense. Es el mismo que en su Hoja de Vida presentada al JNE, declara ser comerciante, que gana diez mil soles mensuales, pero que no tiene ni casa para vivir. ¿Volverá a postular luego del tremendo fiasco que se le viene? Esperemos que no.
Fernando Chávez Collantes, persistente postulante al sillón municipal sucrense, va por su tercera participación. El electorado de lo que antes consideraba como su bastión electoral, en uno que otro caserío de la altura, ha virado hacia otra candidatura y opción más cercana, más auténtica y por ende más atractiva. Será difícil que supere a la cantidad de votos que tuvo en las anteriores elecciones, en las que gracias al aparato de Fuerza Social, logró quedar segundo. En la fiesta patronal de algunos caseríos de la altura y junto con su Jefe Juan Tello, el Alcalde de Celendín de quien es su chofer, habrían donado vistosos castillos de fuegos artificiales, en los que en vistosas luces, apareció el nombre de ambos. Sin embargo, semanas después con biblia en la mano, se dice que desfiló por algunas calles de la ciudad de Sucre, rodeado por algunos desubicados y entonando coros y cánticos alusivos a alguna iglesia o religión no precisamente católica. ¿Doble moral religiosa? O ¿El aprovechamiento político de la fe religiosa de los pueblos vale para algunos candidatos?
La fotografía muestra con claridad los nombres del alcalde celendino, de Fernando y de la agrupación a la que pertenecen
Otros candidatos.- Al margen de su nivel de aceptación o popularidad, esperamos que en un próximo artículo, tengamos que comentar acerca de la participación y conducta de los dos candidatos que faltan.
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